El delito de alcoholemia: Conducción segura = 0% de alcohol

Sobre el delito de alcoholemia, la influencia negativa que el consumo de alcohol tiene sobre la siniestralidad en la circulación no es objeto de debate en nuestros días. Tampoco se discute la necesidad de controlar la conducción bajo el influjo de dicha sustancia.

Los estudios realizados en la materia demuestran que el consumo de alcohol no solamente aumenta significativamente la posibilidad de sufrir un accidente, sino también la gravedad de sus consecuencias.

Sanciones que prevé nuestro ordenamiento jurídico

Nuestro ordenamiento jurídico contempla un sistema de sanciones que tratan de disuadir y castigar a quienes a pesar de todo deciden poner su vida y la de los demás en una inadmisible situación de riesgo.

La conducción tras la ingesta de alcohol se encuentra sancionada en el articulo 77 de La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Y también, en los artículos 379.2 y 380 del código penal.

El artículo 379.2 CP dota al test de alcoholemia de una importancia que no tuvo con anterioridad. Cometemos un delito cuando el resultado que arroja la prueba de alcoholemia es superior a 0,60 miligramos por litro en aire aspirado, o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro.

Influencia del alcohol en la conducción

Para probar la influencia del alcohol en la conducción necesitamos tener en cuenta los síntomas externos reflejados en el atestado:

multa por ir bebido

– Lenguaje farfullante o pastoso

– Falta de coordinación,

– Marcha y equilibrio inestable o tambaleante

– Ojos enrojecidos

– Conductas impropias como caídas al descender del vehículo

– Colisionar con otro vehículo, etc.

La influencia que el alcohol produce en las personas es distinta según la edad, el sexo, el peso o volumen corporal, la costumbre en la ingesta, la comida precedente, u otros factores.